Hay una serie de razones por las que paquetes bolsa en caja son los preferidos por los fabricantes y consumidores, que incluyen:

Almacenamiento: A diferencia de las botellas, los envases bolsa en caja se pueden apilar unos encima de otros con facilidad, sin necesidad de tarimas especiales. También ocupan menos espacio en el piso de un almacén o centro de distribución. Esto los convierte en una buena opción porque los distribuidores y minoristas pueden almacenar más unidades en el mismo espacio básico.

Transporte: La forma rectangular de estas cajas significa que pueden caber más en un solo patín. Esto los hace más convenientes para enviar y permite a los transportistas colocar más de ellos en un solo remolque o contenedor. A diferencia de los contenedores de plástico rígido, también se flexionan y doblan sin romperse cuando hay un bache en el camino.

Sostenibilidad: Estos envases utilizan menos recursos que las botellas de plástico rígido, lo que los convierte en una opción más ecológica. Las cajas de cartón son completamente biodegradables y reciclables, lo que significa que al menos el 75 % del paquete completo tiene un impacto ambiental extremadamente pequeño en comparación con otros tipos. Porque también pesan menos que los contenedores de plástico, lo que da como resultado menos emisiones creadas durante el transporte.

Conveniencia: Su forma relativamente liviana y cuadrada hace que estos paquetes sean más fáciles de manejar. Además, la presencia de un grifo facilita su uso porque se pueden dejar en el frigorífico o sobre una superficie plana para dispensar su contenido.